Burgos 02-06-2015
Entrevista al Dr. Arquitecto Javier Garabito López, proyectista y miembro de la Dirección Facultativa de las obras de restauración que se están llevando a cabo en la Catedral de Santa María de Burgos, Patrimonio de la Humanidad desde 1984.
PREGUNTA
- Para enmarcar el tema; las ITC tienen tres patas: estado de conservación, accesibilidad y eficiencia energética. A la hora de restaurar un edificio declarado de interés cultural como es la Catedral, ¿hasta qué punto debe cumplirse eficiencia energética? ¿Y hasta qué punto se permite accesibilidad (escaleras, pasillos estrechos)?
RESPUESTA
- Es prácticamente imposible lograr la eficiencia energética de la envolvente de la Catedral, solamente podemos actuar en las instalaciones, por ejemplo las calderas que hay ahora mismo son calderas de condensación, que son las que calefactan la capilla del Cristo, Santa Tecla y las oficinas de la catedral, que son los espacios que hay calefactados ahora mismo en la catedral.
En cuanto a la envolvente térmica es imposible, directamente imposible. No podemos trasdosar por el interior, hacer nada por el exterior, hay filtraciones por las vidrieras, que además interesa que entre aire para poder renovar la ventilación y que no haya condensaciones… es muy difícil. Solamente podemos actuar en las instalaciones, por ejemplo, se está cambiando toda la iluminación de la Catedral por LEDs, y al final el consumo baja muchísimo.
En cuanto a la accesibilidad, se tiene mucha conciencia con el tema, de hecho constantemente se están proponiendo al ayuntamiento ideas para mejorar la accesibilidad, pero es evidente que una rampa en la Catedral tendrá un gran impacto terrible. Todo este tema es muy complicado porque chocamos con la normativa de protección, así que tenemos muchos conflictos respecto a accesibilidad. Lo que se intenta siempre es hacer lo más accesible posible. Si la normativa te exige una rampa del 8% y la que admite la configuración del templo es del 10%, instalamos una rampa del 10%, ya que siempre será mejor una rampa del 10% que peldaños.
P- Entonces, a la hora de cumplir normativa y de pedir permisos, es un camino distinto ¿no?
R- Sí, es que hay veces que la normativa es incompatible con el edificio. Eso pasa habitualmente, lo que intentamos siempre es ver hasta dónde podemos llegar con la normativa y que no nos “carguemos el monumento”, o sea, es buscar el equilibrio entre Patrimonio y Normativa. Para reformar la sala de calderas nos tuvimos que plantear dónde situar la chimenea o la superficie no resistente, para que no tuviesen un impacto desfavorable en el conjunto del monumento. Cualquier actuación que se realiza es muy compleja, y siempre nos planteamos, ¿dónde podemos mejorar?
P- Es un tira y afloja entre normativa y patrimonio.
R- Si, este un debate interno que tenemos nosotros mismos, los técnicos de la catedral, porque siempre hay que cumplir una normativa, pero no queremos perjudicar al bien.
P- En zonas inviables de rehabilitar, o que tengan zonas de ruinas….
R- ¿Como por ejemplo el trasaltar, donde están las esculturas tan deterioradas?
P- Sí, que se estaban buscando soluciones. ¿Esas zonas se considerarían inaccesibles al público? Porque en la catedral por ejemplo no se ha cerrado esa zona. La gente pasa por allí.
R- En absoluto. La Catedral es totalmente accesible en ese sentido. Ahí está otro tema, que es la difusión del bien y la seguridad de la gente que lo va a visitar. Cuando nos encontramos un edificio o parte del mismo en estado ruinoso, y que está a punto de colapso, se cierra esa zona y no se puede visitar hasta que no se ejecuten unas medidas correctoras. En el caso de la Catedral no ha pasado nunca, siempre ha estado bastante bien, pero algunas iglesias, en algún momento determinado han sufrido desprendimientos. En Santa María de Aranda de Duero, me acuerdo que pusimos algunas protecciones y vallado perimetral para que la gente no circulase por ahí, porque había riesgo de que se desprendieran las cornisas.
P- Entonces, ¿hasta qué punto se buscan soluciones novedosas? Por ejemplo, acristalar un paramento vertical para que se pueda ver pero que no repercuta en la estética.
R- Se está investigando constantemente. Lo que pasa es que todo lo que hacemos en un edificio de estas características, como hay tantos filtros, empezando por nosotros mismos, y para no causar alarma social, tienen que ser soluciones muy bien fundamentadas y muy bien justificadas. Hay capillas en la Catedral que están cerradas por vidrios para poderlas climatizar, como Santa Tecla.
P- Sí, pero no impide verlo, entonces…
R- Lo que pasa es que tienen que ser unos vidrios muy especiales, que permitan el paso de la luz correctamente, hay soluciones novedosas, pero tienen que estar muy bien justificadas. No es el caso de un edificio convencional.
P- ¿La catedral tiene como tal Libro del edificio o se ha propuesto hacer uno?
R- No, lo que tiene la catedral es todos los años un plan de mantenimiento. Es que el libro del edificio de la catedral como tal… subcontratas, quienes la hicieron… no tiene sentido. Lo que sí, todos los años el equipo técnico nos reunimos, vemos un plan de mantenimiento en el cual establecemos las actuaciones del año, para ello tenemos en cuenta cuales han sido las últimas cubiertas que se han retejado, donde se está produciendo alguna filtración por ejemplo en alguna bajante, zonas en que han surgido musgos o líquenes. De este modo se plantea todos los años unas actuaciones de mantenimiento, aparte de la restauración que vamos capilla por capilla.
P- Recibe algún tipo de subvención el mantenimiento de la catedral como tal, o se paga con los impuestos de los ciudadanos…
R- Cuando son actuaciones de restauración de envergadura, como una capilla, el claustro… normalmente el cabildo con aportación de patrocinadores. Ha habido obras que las ha asumido al 100%, otras al 50%, otras a tercios con algún organismo, otras ha sido directamente la Junta de Castilla y León, o el claustro que la ha hecho la fundación Caja Burgos… obras de ese tipo.
Lo que es el mantenimiento del día a día lo financia el cabildo, por sus propios medios económicos. El retejo de una cubierta no es una obra que se pueda ofrecer a un patrocinador, a no ser que sea una administración pública, ya no va a querer financiar la sustitución de pesebrones en las cubiertas, que igual es mucho más importante que la restauración de la Capilla que hay debajo.
P- ¿Pero al ser un bien de interés cultural, Patrimonio de la Humanidad, el Estado no da un dinero, aparte del cabildo?
R- El Estado tiene un problema económico muy fuerte en Castilla y León; la mitad del patrimonio de España se encuentra aquí, con una fuerte despoblación. Yo entiendo que el Estado, la Junta de Castilla y León, tiene que ayudar en las intervenciones cuando los monumentos no tienen medios económicos para hacerlo. En el caso de la Catedral la administración ha gestionado sobre todo fondos europeos. Son los patrocinadores los que se han implicado en las restauraciones junto con el cabildo. La Catedral ha conseguido atraer a muchos patrocinadores.
P- ¿Y los plazos también los pone la Junta de Castilla y León?
R- No, es el cabildo, lo que pasa que tiene sus programaciones anuales y todo lo que propone tiene que ir a la Junta. Si el cabildo dice ahora mismo que no quiere restaurar una capilla porque no existe financiación, la Junta no puede decir “restáurese la capilla”.
Digamos que el que tiene la potestad de la catedral es el cabildo. La Junta tiene la responsabilidad de ejercer el control sobre un bien Patrimonio de la Humanidad y que todo lo que se realice sea conforme a la normativa y la Ley de Patrimonio, manteniendo los valores universales del bien.
Agradecemos a Dr. Javier Garabito López su ayuda y disponibilidad.
Ramón Mellado Sanz
Tamara Marcos González
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