La revisión de los edificios ferrolanos supondrá un nuevo esfuerzo económico para los vecinos. La inspección técnica de edificaciones (ITE) a la que deberán someterse, de forma obligatoria, los inmuebles construidos a partir de 1964, supondrá un coste de al menos 300 euros. Deberá salir de los bolsillos de sus dueños, que deberán encargar el estudio a un profesional para acreditar el buen estado de sus propiedades.
La ITE es a las casas lo que la ITV a los coches: una revisión que examina parte por parte si el elemento en cuestión cumple correctamente su función. Y no supone un peligro en la carretera. En el caso de los edificios, según explicaron profesionales consultados, se realiza una revisión completa del edificio a nivel estructural y para comprobar si tiene, por ejemplo, grietas u otras afecciones.
La inspección puede ser visual e incluso requerir de ensayos, por ejemplo, en el caso de que se alberguen dudas sobre algún elemento estructural. Y afecta a fachadas, cubiertas, instalaciones, estructura, servicios... Se trata de garantizar tanto su estabilidad como la de otros sistemas como el eléctrico, que pueden estar afectados por sucesivas reformas realizadas.
Depende del tamaño y el estado
Por ello, el coste de la inspección varía, entre otras cuestiones, del tamaño del edificio y su estado de conservación y uso, así como de las pruebas que sea necesario practicar, pero según convenios firmados en otras ciudades, el coste es, según los expertos, «a partir de 300 o 400 euros». Las inspecciones podrán realizarlas arquitectos y arquitectos técnicos, que podrán elegir libremente, por su cuenta y cargo, los propietarios.
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