Los inspectores de la construcción en EE.UU. se denominan Inspectores de Hogares llevan a cabo inspecciones de casas nuevas o anteriormente ocupadas, de
condominios, casas prefabricadas y edificios comerciales. Estas
inspecciones se han convertido en una norma y parte del proceso de la
compra de una casa. En la mayoría de los casos, los inspectores son
contratados por posibles compradores para inspeccionar e informar sobre
la condición de los sistemas, componentes y estructura de una casa. A
pesar de que los inspectores revisan e informan en caso de violaciones
de códigos de construcción, ellos no tienen el poder de hacer cumplir
los códigos. Ellos son usualmente contratados de forma inmediata antes
de la oferta de compra de la casa o como una contingencia para un
contrato de venta. Además de examinar la calidad estructural, los
inspectores revisan todos los sistemas y características de la misma,
como por ejemplo, el techo, el exterior, el garaje, los cimientos, el
interior, las cañerías, el sistema eléctrico, la calefacción, y el
sistema de aire acondicionado. Algunas inspecciones se hacen para dueños
de casa que desean una evaluación del estado actual de su casa,
usualmente antes de ponerla a la venta o simplemente como una manera de
diagnosticar problemas. Entre otras, realizan pruebas de termografía e inspección de termitas
La exigencia de apartar elevadas cantidades de dinero
-unos 30.000 millones, calcula el Gobierno- en previsión de que, incluso
los promotores inmobiliarios cumplidores puedan fallar en sus pagos,
supondrá que las cuentas anuales de muchas cajas o grupos de cajas de
tamaño mediano arrojen abultadas pérdidas a finales del ejercicio. Todo
sea por restaurar la confianza en el sector, restablecer los canales de
financiación que han de facilitar el crédito y por aliviar la presión
sobre la deuda pública de España.