Siempre se ha dicho: “la calidad se paga”, contratar una ITE no es como comprar cromos. Tengamos esto en cuenta antes de perder no solo la calidad, sino también la dignidad.
La situación actual del colectivo de profesionales de edificación, arquitectos y arquitectos técnicos, está conduciendo al sector a una guerra de precios de la que ciertos clientes están sacando un provecho, cuando menos inmoral. Esta situación se está viendo especialmente reflejada en las inspecciones técnicas de edificios (ITE).
Los
profesionales de este sector llevan sufriendo, desde hace años, una situación
de falta de empleo mucho mayor de la que se está viviendo en otros sectores,
que ya de por sí es bastante grave.
Esta
situación de necesidad se ve agravada por una competencia feroz, por parte de
quienes se ven desesperados para conseguir unos ingresos, por muy precarios que
sean, en una actitud irresponsable de arquitectos y arquitectos técnicos que
realizan inspecciones técnicas sin declarar ingresos, ni tener siquiera
contratado un seguro de Responsabilidad Civil. Además por supuesto de los caza
gangas sin escrúpulos que presionan al máximo para conseguir un presupuesto
miserable de una ITE ante un profesional, ya sea arquitecto o arquitecto
técnico, en unos baremos que no alcanza para cubrir unos costes mínimos, sin infraestructura
de ningún tipo.
Así
pues, el cliente tiene que analizar si, ante una oferta de este tipo, debe
quedarse tranquilo y confiado. Pues cuando menos debería dudar de la fiabilidad
de esa inspección técnica, desde el momento que le ofrecen un precio sin, ni
siquiera, conocer el estado del edificio.
Es
conveniente además, que las comunidades de propietarios que tengan previsto
contratar una ITE, sean capaces de darse cuenta si detrás de algunas
inspecciones existe una empresa, cuya actividad es la rehabilitación de
edificios y cuyas pretensiones son llegar a contratar los arreglos que deriven
de dicha inspección, que pueden dictaminar como desfavorable, porque de ello
pueden tener un provecho.
Llamamiento a los profesionales de la edificación, arquitectos y arquitectos técnicos, para que mantengan la dignidad de la profesión con un mínimo de corporativismo que, a la larga, beneficiará a todos.
Siempre se ha dicho: “la calidad se paga”, contratar una ITE no es como comprar cromos. Tengamos esto en cuenta antes de perder no solo la calidad, sino también la dignidad.
La situación actual del colectivo de profesionales de edificación, arquitectos y arquitectos técnicos, está conduciendo al sector a una guerra de precios de la que ciertos clientes están sacando un provecho, cuando menos inmoral. Esta situación se está viendo especialmente reflejada en las inspecciones técnicas de edificios (ITE).
Los
profesionales de este sector llevan sufriendo, desde hace años, una situación
de falta de empleo mucho mayor de la que se está viviendo en otros sectores,
que ya de por sí es bastante grave.
Esta
situación de necesidad se ve agravada por una competencia feroz, por parte de
quienes se ven desesperados para conseguir unos ingresos, por muy precarios que
sean, en una actitud irresponsable de arquitectos y arquitectos técnicos que
realizan inspecciones técnicas sin declarar ingresos, ni tener siquiera
contratado un seguro de Responsabilidad Civil. Además por supuesto de los caza
gangas sin escrúpulos que presionan al máximo para conseguir un presupuesto
miserable de una ITE ante un profesional, ya sea arquitecto o arquitecto
técnico, en unos baremos que no alcanza para cubrir unos costes mínimos, sin infraestructura
de ningún tipo.
Llamamiento a los profesionales de la edificación, arquitectos y arquitectos técnicos, para que mantengan la dignidad de la profesión con un mínimo de corporativismo que, a la larga, beneficiará a todos.
Gracias por la difusión Sara
ResponderEliminarMucha suerte