Seis meses de negociaciones ha costado poner de acuerdo a los gobiernos central y vasco sobre cómo interpretar la ley estatal de rehabilitación urbana, un texto que había sembrado dudas sobre qué administración y con qué criterios debía revisar los inmuebles de más de cincuenta años de antigüedad. Tras un tira y afloja, Madrid y Vitoria han llegado a un acuerdo de interpretación para que la Inspección Técnica de Edificios (ITE), trámite creado por la Administración autonómica, cumpla la función del Informe Estatal de Evaluación de Edificios, una revisión análoga, pero establecida por la Administración central.
El pacto zanja un asunto muy técnico, pero que concierne a miles de vecinos vascos que en los próximos años tendrán que contratar servicios para revisar el estado de sus edificios. Y es que se calcula que más de medio millón de pisos de Euskadi, más de la mitad del parque residencial, ha cumplido medio siglo. Pero, además, el acuerdo tiene cierta connotación política, ya que sobre esta cuestión pendía un conflicto de inconstitucionalidad planteado por el Gobierno Vasco, que consideraba la ley de rehabilitación estatal invadía sus competencias de urbanismo, ordenación del territorio y vivienda. Finalmente, sin hacer demasiado ruido, el Ejecutivo de Rajoy y el de Urkullu han consensuado una lectura del texto legal que permite que la ITE vasca no sea sustituida por el informe de evaluación estatal (aunque a decir verdad son muy parecidas). Finalmente, la primera será el único trámite exigible en Euskadi.
Viviendas de más de medio siglo, como los de la Parte Vieja donostiarra, serán objeto de revisión |
Las ITE, a las que deben acompañar una ficha de movilidad y el certificado de eficiencia energética, se deben realizar en la comunidad autónoma dentro de unos plazos estipulados, aunque el decreto autonómico que los regula va a ser modificado probablemente el mes próximo. En principio, los inmuebles que ya hubieran cumplido cincuenta años cuando se publicó la ley estatal de rehabilitación, el 27 de junio de 2013, dispondrán de cinco años para ser revisados. En cambio, los edificios que lleguen al medio siglo entre esa fecha y 2018 tendrán un calendario progresivo con un periodo menor. Y los que cumplan el medio siglo a partir de 2018 sólo tendrán un año para obtener la ITE.
Según el Observatorio de Vivienda, el entendimiento entre los gobiernos central y vasco en este asunto tiene importancia porque el sector de la construcción depende hoy de la rehabilitación.
La ITE será el eje de los programas para regenerar edificios y barrios y también para los proyectos de eficiencia energética en las viviendas (reformas para que gasten menos calefacción). Al final, las dos administraciones han considerado que lo importante en este asunto, tanto para los propietarios como para los técnicos y los gremios, son los objetivos prácticos de la revisión de los inmuebles antiguos, mientras que quién los inspeccione es lo accesorio.
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