Se amplía de 20 a 50 años la antigüedad para que un inmueble tenga que someterse a la revisión, que ya no incluirá la electricidad
La revisión obligatoria de edificios que puso en marcha el Ayuntamiento hace ya un lustro seguirá a partir de ahora a un ritmo más lento de lo previsto inicialmente. La aprobación por parte del Gobierno central de un Real Decreto que amplía la antigüedad de los edificios obligados a pasar por esa inspección ha llevado al equipo de gobierno a variar todo el calendario establecido hasta el momento, una modificación que se plasmará en una nueva ordenanza que verá la luz a lo largo de la próxima primavera. Y es que si hasta ahora se establecía una antigüedad de unos 20 años para pasar por la Inspección Técnica de Edificios (ITE), ahora esa 'edad' se eleva a los 50 años, lo que implica que los inmuebles tendrán que someterse a la revisión al año siguiente de cumplir el medio siglo.
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