martes, 19 de mayo de 2015

La rehabilitación sostenible: el futuro de los arquitectos

Un hormigón que emite menos CO2 en su fabricación y se blanquea con el sol, el 'porexpán', que ahorra climatización en sustitución del ladrillo tradicional, y morteros con áridos reciclados son materiales de estos nuevos tiempos.


Atrás quedaron los años del boom inmobiliario donde la prioridad era construir de cualquier manera y vender pisos a precio de oro. Tras el desconcierto inicial, se está encauzando para encontrar nuevas vías laborales. Rehabilitar edificios y barrios con nuevos materiales más eficientes y que generan un menor impacto ambiental es una de esas nuevas salidas. 

Los expertos señalan que el futuro de la arquitectura es la rehabilitación. 

El problema radica en que las construcciones que se han ejecutado en los últimos años de la burbuja inmobiliaria, antes de que existiera la Norma Básica de la Edificación de 1979 (NBE CT 79), no cumplen los criterios de sostenibilidad que ahora se aplican y representan un 70% del parque de viviendas. Con el boom se pasó de muros de un metro de espesor a tabiques y cerramientos cada vez más estrechos para conseguir más superficie útil y lograr más capacidad de venta y más viviendas que vender. Se disminuyó la calidad de los materiales sustituidos por unos más rentables económicamente pero que medioambientalmente necesitaban un mayor consumo de recursos para tener unas condiciones óptimas en el interior de la vivienda. 

Frente al hormigón y al ladrillo tradicionales que eran los más contaminantes, los nuevos materiales de construcción son el hormigón fotocatalítico, que emite menos CO2 en el proceso de fabricación y se blanquea al sol con el paso del tiempo. En 2001 no existía, pero ya lo fabrica la empresa FYM Italcementi Group y lo utilizan arquitectos nacionales e internacionales. 
En lugar del ladrillo se utiliza el poliestireno expandido (EPS, conocido popularmente como porexpán) que ahorra climatización, y morteros más eficientes desde el punto de vista energético, si se trata de edificios ya construidos. También hay yesos y morteros para revestimiento que usan áridos reciclados. 

Al plantear una rehabilitación hay que abordar las necesidades energéticas pero también las constructivas, de salubridad o estructurales. "Los nuevos edificios que se construyeron bajo el código técnico de la edificación cuentan con un ahorro energético del 17%, y sólo suponen para el constructor un coste mayor del 1 o 2%, con un tiempo de reversión de 4 o 5 años", detalla el ingeniero, que colabora también como asesor técnico del Servicio de Vivienda de la Consejería de Fomento. 

Uno de los problemas de la construcción sostenible es que en España no existe una normativa que obliga a usar materiales eficientes. 

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